El piso estaba empapelado, pero con el papel en muy mal estado, deteriorado y con humedades.
Hay que arrancar todo el papel, hacer una rozas nuevas para mover enchufes e interruptores, sanear las humedad y lucir todo con yeso para dejar las paredes perfectas para pintar.
Una vez lucidas las paredes, a pintar…
El techo se pinta de blanco, y las paredes de blanco-gris muy claro.
Y después de pintar, se ha acuchillado el suelo de madera, el cambio de la vivienda es espectacular.